TAO TE CHING: Las traducciones y/o interpretaciones que se presentan en esta colección intentan ser lecturas libres y abiertas de textos clásicos. En todos los casos, se buscará develar un sentido que nos permita acercar el saber milenario a la dinámica (práctica) de nuestra vida cotidiana.
El Tao Te Ching es una de las obras más bellas y enigmáticas de la sabiduría china cuya riqueza ha sido interpretada en las más diversas y variadas formas. Junto con la traducción del libro, el filósofo Javier Cruz invita al lector a reflexionar sobre distintos aspectos de la existencia cotidiana. Para lograrlo vincula la enseñanza taoísta con un ejercicio espontáneo y creativo de pensamiento para el autoconocimiento y la superación personal. Además de la traducción y los comentarios, el presente volumen incluye una gran cantidad de ilustraciones que se relacionan con la experiencia taoísta de la vida, un breve ensayo y apéndices con bibliografía y términos chinos.
EL ARTE DE LA GUERRA: Este diálogo entre el Hagakure y El arte de la guerra nos invita a reflexionar sobre la forma en que Japón y China han condensado su saber sobre la figura del guerrero y las diversas formas en que uno debe conducirse por la vida para alcanzar sus objetivos. Veremos que estos textos poseen muchos puntos en común, pero me gustaría remarcar primero que para estos pueblos el guerrero es, ante todo, un héroe.
Veremos que estos textos poseen muchos puntos en común, pero me gustaría remarcar primero que para estos pueblos el guerrero es, ante todo, un héroe. En su origen griego, la palabra “héroe” deriva de “Eros” (dios del amor, hijo de Venus). Héroe es entonces el amante-guerrero: su acción tiene como motor al amor y ese sentimiento es pasión y dedicación por lo que hace en cada instante. Esta es una de las claves para entender ambos textos; la pasión impulsa a estos verdaderos artistas, sólo eso les permite ser capaces de sacrificar su vida por la causa que creen justa. En este sentido, todos somos guerreros o deberíamos serlo. Para el oriental este ser y hacer constituyen un arte. Ahora bien, existen guerreros porque hay competencia. Cuando dos guerreros compiten por lo mismo se vuelven rivales. Etimológicamente “rival” significa “el que quiere lo mismo”. Cuando queremos lo mismo y sólo uno puede tenerlo, surge entonces el conflicto. Este conflicto puede ser considerado como un movimiento activo hacia la solución.