A lo largo de la historia hubo filósofos que se rebelaron contra la forma en que la filosofía se venía practicando, filósofos que al desafiar las líneas de pensamiento hegemónicas de su tiempo consuman una revuelta no sólo por fuera, sino también en el interior mismo de la tradición. Este pack de 2 libros está dedicado a algunos de ellos.
Schopenhauer (1788-1860) se volvió contra la moda intelectual de su tiempo. Desestimó la “preciosa oscuridad” de la filosofía universitaria. Forjó una obra para la comprensión del único pensamiento que cifra su filosofía: el mundo es el espejo de una fuerza bruta, absurda, irracional, que sin principio ni fin alguno se expresa en todo lo viviente, sea orgánico o inorgánico. Este volumen presenta la revuelta de Schopenhauer contra toda especulación que erija como principio de lo viviente una divinidad espiritual o intelectual, se la denomine “Dios”, “Espíritu”, “Razón” o “Yo”. En el umbral de una época, la nuestra, Schopenhauer anticipó con aquel pensamiento la filosofía de la sospecha, el fin de la metafísica, el predominio de lo irracional, la filosofía del cuerpo propio y la animalidad.
Los Cínicos se asocian con Diógenes de Sínope, que allá por el 336 a. C. le hizo un desplante al mismísimo Alejandro Magno y de quien Platón decía que era un «Sócrates enloquecido». No le faltaron discípulos, entre los cuales hubo figuras señeras como Crates e Hiparquia, pareja paradigmática de la Antigüedad que desafiaba las costumbres sobre el matrimonio y el papel de la mujer, mezcladas con esclavos y generales de las campañas de Alejandro en un conjunto tan abigarrado y colorido como las ideas mismas del grupo. Provocadores, vagabundos, indecentes, pero a la vez esforzados y tenaces, los cínicos desbordaron los moldes de la filosofía antigua y vienen atravesando desde entonces la historia de Occidente con sus prácticas culturales de contravención de las tramas sociales dominantes, alimentando antes y ahora creativas estrategias de advertencia contra la superficialidad y el sinsentido.